Hace apenas unas semanas levantamos nuestras copas para brindar por la llegada del 2011, y mientras celebrábamos pensábamos en nuestros nuevos y renovados propósitos.
Pero yo me pregunto: ¿cuántos de nosotros nos deseamos y nos propusimos vivir una mejor y más plena sexualidad para este año? Lamentablemente, no es un deseo tan común, y así, dejamos de lado uno de los aspectos más importantes de nuestra existencia. Si no nos sentimos conformes con nuestra sexualidad, difícil será amar, compartir y disfrutar de cualquier otro logro, ya sea profesional o material.
La buena noticia es que siempre estamos a tiempo de renovar nuestros buenos propósitos. La sexualidad, como siempre digo, es mucho más que un acto físico; incluye una poderosa conexión espiritual con el otro, pero sobre todo, con nosotros mismos.
Podemos estar incluso sin pareja, y vivirla de manera intensa, atreviéndonos a sentir, abriéndonos a nuevas experiencias, preparándonos para la llegada de una nueva relación.
Visualizar cómo queremos que sea nuestra vida sexual, es el primer paso para alcanzar nuestro objetivo. Si estamos en pareja y nos sentimos desconectados, entonces, es el momento de hablar, de comunicarnos con el otro, de buscar ayuda profesional. Los problemas no se resuelven si antes no los admitimos. Si sentimos que estamos aburridos, que en la cama siempre es más de lo mismo, es hora de proponernos firmemente salir de la rutina: hasta los cambios e innovaciones más pequeños, hacen las más grandes diferencias. Si estamos en una relación que sabemos nociva, atrevámonos a empezar de nuevo. Los temores a estar solos y al cambio, pueden ser nuestros peores enemigos. Mientras más nos apeguemos a situaciones que no nos hacen felices, más difícil será salir de ellas. Y lo peor: será imposible que encontremos esa pareja que realmente deseamos.
Valoremos nuestra sexualidad, aprovechemos todo el placer que puede brindarnos, démosle la prioridad que merece en nuestras vidas.
Atrevámonos a sentir, vibrar, gozar, compartir, enseñar, cambiar, innovar, amar! Eso es vivir nuestra sexualidad! Por eso, les propongo que este año la Palabra Clave sea “Atrevernos”: atrevernos a la sexualidad en toda su dimensión y con todo el placer y el bienestar que es capaz de darnos!
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