Mitos sobre la homosexualidad

Los seres humanos son capaces de sostener relaciones sexuales no sólo con parejas del género opuesto, sino con parejas de su mismo género, es decir relaciones homosexuales. Sin embargo, la actividad sexual homosexual está rodeada de muchísima controversia social, tabúes y negatividad.

Cuando hablamos de homosexualidad, nos referimos a la preferencia sexual que una persona puede tener hacia otra persona del mismo género. Hago hincapié en “preferencia” porque es muy común que exista experimentación homosexual en algún momento, sin que la persona sienta que ésa sea su preferencia sexual, lo que no implica verdadera homosexualidad. Ya a fines de la adolescencia, la mayor parte de las personas ha identificado su orientación sexual, pudiendo ser heterosexual, homosexual o bisexual.

La atracción y la actividad homosexual es perfectamente natural.  El ser homosexual es parte de la identidad de una persona, igual que el color de sus ojos, o la forma de sus labios. En un esfuerzo de educar y desmitificar algunas de las nociones populares que erróneamente se asocian con el homosexualismo, quiero presentarles la siguiente lista de creencias comunes:

Homosexualidad

Que las mujeres lesvianas son machonas, ¡es un gran mito! Ph. Shuttertstock

MITO #1: Todos los hombres homosexuales son afeminados (versión femenina: Todas las mujeres lesbianas son “machonas”): es cierto que algunos gays representan el estereotipo del homosexual afeminado, pero esto también se da en algunos hombres heterosexuales.  La realidad es que la mayoría de los hombres gay son difíciles de distinguir de entre otros hombres.

MITO #2: El lesbianismo se da como segunda opción: este mito parte de la falsa creencia de que las mujeres deciden ser lesbianas, porque no pueden conseguir una pareja masculina, porque son poco atractivas o han sufrido reiterados desengaños. NADA MÁS ERRÓNEO!  Para la mujer homosexual, el lesbianismo es la única opción, y al igual que los hombres homosexuales, siente una preferencia sexual por personas de su mismo sexo.

MITO #3: El tipo de actividad sexual que se da entre homosexuales es perversas: en realidad, la actividad sexual homosexual es muy parecida al sexo entre un hombre y una mujer.  Se expresan sentimientos sexuales de muchas maneras: tocando, besando, frotando, masturbándose mutuamente, estimulando de manera oral-genital, penetrando analmente, etc. Es una manifestación de sexualidad diferente a la que la mayoría de la gente está acostumbrada, pero no guarda relación con la perversión.

MITO #4: Todas las lesbianas odian a los hombres: No, no se trata de que odien a los hombres… sólo prefieren a las mujeres!!!

MITO #5: Las relaciones sexuales entre homosexuales no suelen ser duraderas: la actitud negativa hacia el homosexualismo en nuestra cultura es responsable, en gran parte, de las presiones sociales que a menudo acechan a las personas homosexuales.  Dichas presiones suelen generar ansiedad y diversos problemas en una relación sentimental.  Sin embargo, muchos homosexuales logran formar relaciones duraderas de la misma manera en que pudiera hacerlo una pareja heterosexual.

MITO #6: Las personas homosexuales (gays y lesbianas) son más promiscuas que las heterosexuales: el tema de la promiscuidad es muy relativo.  ¿Quién mide cuánto es demasiado?  Según el reconocido investigador sexual Alfred Kinsey, “una persona promiscua es aquella que tiene relaciones sexuales más frecuentemente que uno mismo.” La promiscuidad entre gays y lesbianas, cuando ocurre, se da en parte porque tienen que subsistir dentro de una subcultura sexual, debido a la gran dificultad que tienen de ser aceptados e integrarse socialmente.  Dicha subcultura en ocasiones se presta para cambios frecuentes de pareja.  Pero la verdad es que, al igual que con los heterosexuales, entre homosexuales hay todo tipo de personas: promiscuas, monógamas, polígamas, solteras y célibes.

MITO #7: Los hombres homosexuales suelen ser pedófilos y acosan a la juventud: la mayoría del acoso sexual a niños (el 95%) es heterosexual y ocurre dentro del contexto de la familia (padres, tíos, hermanos, amistades cercanas, etc.).  La mayoría de los homosexuales sostienen relaciones sexuales con parejas de edades contemporáneas aunque, ciertamente, hay quienes caen víctimas de la búsqueda de personas más jóvenes que ellos.

MITO #8: Para poder satisfacerse sexualmente, las mujeres homosexuales necesitan usar dildos (como sustituto a un pene): Muy probablemente, ésta es una fantasía inventada por los hombres.  Las tres técnicas utilizadas más comúnmente entre lesbianas son la masturbación solitaria o mutua, el sexo oral y el tribadismo (frotar la vulva, y por ende el clítoris, contra el cuerpo de otra persona).  Cabe destacar que tanto en las investigaciones realizadas por Alfred Kinsey como las de Masters y Johnson, se encontró que la manera más certera para que una mujer alcance su orgasmo es la auto-gratificación sexual.  A ésta le sigue la estimulación genital oral y es sólo en tercer lugar que encontramos la penetración peneana vaginal.

Desafortunadamente, vivimos en una sociedad que todavía apoya la doble moral sexual, donde se segrega a todo aquel que se anima a vivir públicamente en forma diferente a lo que marcan las normas y costumbres tradicionales.  ¡Ya es hora de comenzar a vivir y dejar vivir!  ¡de dejar de juzgar a los demás! Comencemos a celebrar las diferencias que nos caracterizan, y a propiciar un ambiente de amor y aceptación ante la gran diversidad de expresión sexual humana.

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