
Tengo que admitir que la idea de someterme a un bypass gástrico me aterraba. Hace años atrás, cuando por primera vez escuché hablar sobre cirugías bariátricas… ¡los cuentos eran de horror! Así que, sin duda alguna, el “contra” principal que le veía al asunto era, precisamente, el someterme a un procedimiento quirúrgico tan importante, con todos los riesgos y posibles complicaciones que eso conlleva. ¡Tenía miedo a no salir del quirófano! Jajajajajaja!!!!
Desde una perspectiva más ‘light’, no me entusiasmaba NADA la idea de no poder comer las mismas cantidades de alimento. ¡Pensaba que sería vivir el resto de mi vida sintiéndome insatisfecha, sin poder disfrutar de algo que me parece tan placentero!