
Fue en ese tiempo de andar investigando que supe de los Dres. Eduardo Bolaños y Felipe Chaux, médicos colombianos que cuentan con un impresionante reconocimiento a nivel internacional y que manejan una de las más experimentadas clínicas de obesidad en toda América Latina.
Los médicos me hicieron cuanta prueba existe antes de determinar si era buena candidata para la cirugía y fue sólo entonces que me recomendaron el bypass gástrico.
El Dr. Bolaños, mi médico principal y con quien más cercana relación mantengo, describió con lujo de detalles lo que sería el proceso quirúrgico así como aquellas cosas que irían sucediendo en el proceso post-operatorio. El equipo del Centro para la Obesidad de los Dres. Bolaños y Chaux es multi-disciplinario, y tuve consultas además con una nutricionista y una psicóloga.
De todo lo que hablé con el Dr. Bolaños, creo que lo que más me ha servido en la reestructuración mental que necesariamente debe acompañar este proceso es que la cirugía no es mágica. No hace milagros. Si quiero ganarle a la cirugía, puedo hacerlo. El bypass gástrico debo mirarlo como una herramienta que me ayuda a controlar mi peso siempre y cuando mis acciones la apoyen. Trato de no olvidarme de eso.
Fue entonces, luego de consultar con el Dr. Bolaños, que finalmente decidí dar el paso y someterme a una cirugía de bypass gástrico. Afortunadamente, conté con el absoluto apoyo de mi esposo John y, una vez tomada la firme decisión, inmediatamente fijamos lugar y fecha para la cirugía: lunes, 11 de agosto de 2008 en Cali, Colombia.