Regálense un masaje sensual.
Cuando recién nos enamoramos, sentimos una fiebre de deseo. Nos la pasamos pensando en nuestra pareja, fantaseamos con ella y cada encuentro se vuelve especial y todo es erotismo.
Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, nos vamos apoltronando y sin que nos demos cuenta nuestra vida sexual se vuelve monótona y sin emociones. Pero nunca es tarde para ponerle mucha sal y pimienta! Aquí te damos trucos infalibles para que el deseo sea tan fuerte y poderoso como la primera vez!
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