
Mostrarse accesibles delante de sus hijos es clave para que ellos se animen a hablar. Ph. Shutterstock
Es súper importante que, como padres, les brinden a sus hijos la mejor educación sexual posible para prevenir potenciales problemas

Mostrarse accesibles delante de sus hijos es clave para que ellos se animen a hablar. Ph. Shutterstock
Cuando un adulto me consulta por un problema sexual que tiene sus raíces en su educación siempre me pregunto lo diferente que hubiera sido esa historia si sus padres le hubieran proporcionado la información necesaria y/o transmitido un mensaje positivo sobre el sexo y la sexualidad. Por eso mismo, creo que es súper importante que, como padres, les brinden a sus hijos la mejor educación sexual posible para prevenir potenciales problemas. Es una responsabilidad enorme que ustedes tienen y para la que, probablemente, se encuentren poco preparados.
Si bien sus hijos, seguramente, recibirán en algún momento clases de educación sexual en el colegio o puede que obtengan cierta información a través de las campañas de concientización que se hacen en los medios de comunicación, la obligación de educarlos en este tema es de ustedes; los padres. Esto significa que deben estar informados siempre y que no se trata sólo de hablar de reproducción o explicar la mecánica del coito, sino que también implica conversar sobre la salud sexual, el afecto y los sentimientos que implica la sexualidad, el cuidado del propio cuerpo y del ajeno y el derecho que tienen los niños a elegir, que va a ser todavía más amplio cuando cuenten con más información y sepan que pueden acudir a ustedes cada vez que lo necesiten.
Se preguntarán a qué edad deberían comenzar a hablar de sexo con sus hijos. ¡Básicamente desde que nacen! Cuanto más temprano empiecen mejor, ya que les resultará menos extraño. Como dije, no es tarea sencilla encarar el tema y por eso les comparto algunos consejos para facilitar la comunicación sexual. Tengan presente que pueden encontrar más ideas y consejos en mi libro Sexo ¡¿Y ahora qué digo?!
Den la información correcta: deben responder a las preguntas de sus hijos con honestidad, ser cálidos y naturales y mantenerse abiertos a todas las consultas. Las repuestas deben ser breves, claras, correctas y acordes a la edad y al desarrollo de cada niño.
Sean padres accesibles: que sus hijos no teman preguntarles nada. Háganles saber que están dispuestos y deseosos de contestar cualquiera de sus dudas. Y si no conocen la respuesta, díganles con total sinceridad que no la saben y que buscarán la información para brindárselas.
No esperen a que los niños acudan a ustedes con las preguntas: que los niños no pregunten, no significa que no sientan curiosidad. A veces por vergüenza, timidez y/o porque ven a los padres como figuras lejanas a los que no se animan a abordar, los hijos se guardan preguntas que, muchas veces, les quitan el sueño y luego buscan la información en fuentes que quizás no sean tan confiables. Por lo tanto, les recomiendo que estén pendientes a las oportunidades que se presenten para hablar sobre sexo con sus hijos. Aprovechen las situaciones cotidianas para entablar la conversación. Por ejemplo, pueden utilizar algo que vean en la tele, lean en el periódico o alguna canción que esté de moda , y que esté relacionada con el tema, como excusa para hablar sobre sexualidad. Esto hará que los chicos perciban al sexo como algo normal dentro de la vida familiar, y no como un tabú.
Averigüen con qué información cuentan sus hijos: ¿Cómo? Pues, pregúntenles qué piensan sobre determinado tema y, según su respuesta, se darán cuenta de cuánto saben sus hijos sobre ello y así podrán brindarles la información que les falta.
No los censuren: no se enojen, ni tampoco se rían cuando sus hijos les hagan alguna pregunta o comentario sobre sexo porque lo único que conseguirán es que terminen encerrándose en sí mismos y dejen de acudir a ustedes. Si se sienten incómodos, no está mal que les hagan saber que no se sienten a gusto hablando de ese tema o que no es el mejor momento para conversarlo. Eso sí, ¡no se olviden de responderles!
Comuniquen sus valores: es necesario que los hijos conozcan desde pequeños los valores, las creencias, los sentimientos y las actitudes de sus padres en relación con la sexualidad y todos los temas que involucra, como la orientación de género, la imagen corporal, el aborto, la iniciación sexual, el sexo seguro, el sexo casual, entre tantos otros. Sean honestos con ellos y no caigan en el error de decirles una cosa y luego actuar de otra manera, ¡porque los niños se dan cuenta! También es importante que les hagan saber por qué ustedes piensan de determinada manera para que ellos también puedan pensar y elegir libremente.
Enséñenles que la sexualidad es algo que se disfruta y que es una manera de expresar sentimientos: no se enfoquen solamente en los procesos biológicos y en las consecuencias negativas de la actividad sexual. Sus hijos también deben saber que la sexualidad es maravillosa y que el sexo es una manera más de expresar los sentimientos y emociones, que será un ingrediente vital en sus futuras relaciones cuando sean adultos, y que deben ejercerla de manera segura y responsable.
¿Hablan con sus hijos sobre sexo? ¿Qué les parecen estos consejos?