Conocemos a ese hombre maravilloso… Un cosquilleo recorre nuestros cuerpos, pensamos en él todo el tiempo, y como heroínas románticas nos ponemos lánguidas e inapetentes.
El enamoramiento, a primera vista, hace que nos olvidemos de la comida y que con mucha satisfacción, notemos que la ropa nos queda más holgada y que la balanza acusa algunos kilos menos.
Pero atención! Esto podría durar poco, y al tiempo no sólo recuperaremos esos kilitos, sino que sumaremos unos cuantos más!
Horror, verdad???
Según un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos, las mujeres que están en pareja engordan más que las que están solitas.
Esta investigación dio como resultado que las chicas que conviven con sus novios, suelen ganar un kilo y medio más que las que no lo hacen, y que en las casadas, esta cifra puede llegar hasta los cuatro kilos o incluso más!
Pero, ¿por qué si estamos tan enamoradas en lugar de seguir lánguidas, engordamos?
Pues bien, hay razones bastante lógicas para que esto ocurra, así que presta atención:
Después, en la vida de casada, obviamente, empiezan a incidir otros factores: hijos, rutina, ansiedades y edad, que hacen que las mujeres y también los hombres, ganen varios kilos.
Pero afortunadamente, la solución está en cada uno de nosotros: ejercitarnos y comer saludablemente siempre es el mejor antídoto contra los efectos secundarios e indeseados del amor!
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